¿Sabes que es el hambre emocional?

Por Diana Torres

¿Has subido de peso en este confinamiento? ¿Has comido mucho más que antes y sin razón alguna? A todos nos está pasando y no es normal, esto comenzó a partir de que comenzó la contingencia por el Covid-19. ¿Pero el hambre es real o emocional? A continuación, te lo mostraremos.

Lo primero que tenemos que hacer es identificar si el hambre es real, ya que al no tener muchas actividades el cuerpo y tu metabolismo no funciona de igual forma que cuando te encuentras trabajando o realizando tus actividades cotidianas y hay factores que influyen para que consumas algún alimento, como ver una película, comer alguna botana mientras haces Home Office o si simplemente vas a tu refrigerador por aburrimiento.  

El hambre real es la que pide tu cuerpo, cuando tu estómago ya está vacío y pide alimentos para proporcionarle nutrientes y energía para continuar con tus actividades diarias, se expresa también con dolores de cabeza por la falta de alimentos, cambios de humor o alguna otra reacción de tu cuerpo, cosa contraria al hambre emocional.

Como su nombre lo dice, está ligada totalmente a las emociones entre ellas y las más comunes son el estrés, frustraciones, preocupaciones, tristezas, enojo e incluso en estos momentos el aburrimiento. El hambre emocional es cuando lo pide nuestra mente lo pide como un escape a las situaciones que no podemos controlar y al comer se enfoca a algo diferente a la realidad.

Ahora más que nunca, cientos de personas por la situación económica y de salud del país encuentran alteradas y nuestra conducta alimenticia también lo ha sido.

¿Lo habías identificado antes?

Tal vez ya te habías percatado que comes en situaciones específicas, solo que como el cuerpo se mantenía activo de cierta forma el aumento de peso era menor, pero ahora que estamos tiempo completo en casa y que no estamos del todo activos nuestro cuerpo ha externado esos cambios y ahora si nos percatamos del aumento de peso y que comemos aún más.

¿Qué debemos de hacer?

El primer paso es identificar si es real o emocional y si es la segunda opción hay que aprender a controlarlo. Es importante saber cómo te sientes, que es lo que necesitas o que puedes hacer para sentirte bien. Una vez que identifiques cuales son las razones por las que lo haces tenemos que controlar la forma en la que comemos ya que a largo plazo se puede convertir con un trastorno alimenticio, similar a fumar, beber o consumir alguna otra sustancia adictiva y tendrás que tratarlo con algún terapeuta.

Algo muy importante que tienes que considerar es que la comida y tus emociones no son enemigos, solo hay que aprender a escucharlos.


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